La inserción de las cláusulas suelo en los contratos de préstamo con garantía hipotecaria, irrumpe en el panorama nacional como un “acto de generosidad” de las entidades bancarias para sus clientes.

Una cláusula suelo es un porcentaje mínimo de intereses que el cliente debe satisfacer, teniendo como contrapartida una cláusula techo, que sería un límite máximo.

A priori esta cláusula puede parecer interesante, el problema es que no se ajusta a la realidad. Las entidades bancarias eran conscientes de que el EURIBOR se situaría muy por debajo de la cláusula suelo y nunca llegaría ni siquiera a aproximarse mínimamente a la cláusula techo.

A día de hoy son muchos miles de personas las que desconocen que en su préstamo hipotecario tienen una cláusula suelo, por lo que están pagando mayores intereses de los que deberían de no existir esta cláusula. Si usted tiene un préstamo hipotecario, acuda a un especialista en la materia.

En ASERGES, en primer lugar intentamos negociar con la entidad bancaria, y en última instancia, acudimos a los Tribunales solicitando la nulidad de la cláusula suelo y la correspondiente devolución de todas las cantidades pagadas en exceso desde la formalización del préstamo.

A día de hoy el Tribunal Supremo sólo exige la devolución de esos intereses desde su Sentencia de 9 de mayo de 2013. Sin embargo, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea tiene la última palabra y tendrá que decidir si se sigue aplicando la doctrina del Tribunal Supremo o por el contrario, la devolución se realiza de forma retroactiva desde la formalización del préstamo.

Por todo ello, les recomendamos que revisen sus escrituras de préstamo, para que les sean devueltas todas las cantidades pagadas de más, y también, para que esa cláusula deje de aplicarse y satisfagan a la entidad en concepto de intereses sólo las cantidades que el EURIBOR les obliga, ni un céntimo más.